Sobre la adaptación en Zenit
— Siempre se necesita un tiempo para adaptarse, tanto física que tácticamente. Llegué jugando, pero ahora me siento mucho mejor adaptado. Es mi mejor momento aquí en Rusia, ya estoy adaptado al club, a mis compañeros, con una mejor comprensión de los roles de cada uno en el campo.Sobre las tácticas
— Por la forma de jugar del equipo y por mis características, el cuerpo técnico siempre me pide que me meta en el área y tire desde media distancia. Es un poco diferente de Portugal, donde tenía que pasar el balón rápido, con toques cortos.Este periodo en Dubai (con una serie de amistosos) fue muy importante para que trabajáramos más en el aspecto táctico. Me siento preparado para ayudar al equipo de muchas maneras. Hoy en día, todo el mundo tiene que ser capaz de desempeñar más de un papel. Trabajamos duro durante los entrenamientos para poder jugar lo que el entrenador necesite. Trabajo para ayudar a mi equipo.
Sobre la barrera del idioma
— Malcom y Douglas Santos ayudaron mucho y creamos una gran amistad también fuera del club. He jugado en Brasil y Portugal, así que es extraño llegar a un lugar donde no se entiende nada de lo que dice la gente, pero poco a poco me voy adaptando. En el campo y en los entrenamientos, el balón es el lenguaje universal. Fuera del club, son situaciones que se suman como ser humano, te haces mayor y aprendes a afrontar mejor las situaciones. Me siento mucho más maduro que cuando me fui de Portugal.Sobre del ansia por los goles
—A todo el mundo le gusta marcar goles, ¿verdad? Pero eso se lo dejo a los de arriba, ya están Dzyuba y Sardar (delanteros) luchando por los goles. Voy a hacer lo mejor para el equipo. Ganar y ser campeones es más importante que quién marque el gol.Sobre la atención de los aficionados
— Estoy muy contento con este tipo de situaciones. Estas son las cosas que te hacen recordar de dónde vienes y todo lo que has conseguido. Es genial cuando un amigo graba un vídeo, hace una foto, te envía un mensaje felicitándote por un partido, un gol... Tengo que dar gracias a Dios por todo lo que ha pasado y está pasando en mi vida. Es muy gratificante ver que el club cree en mí y que los aficionados disfrutan con mi trabajo. Esa es la parte buena del fútbol.Sobre la selección olímpica brasileña
— Intento no hacerme ilusiones, pero es imposible no pensar en ello. Tengo muchas ganas de jugar en los Juegos Olímpicos y he estado trabajando con el profesor Jardine durante los últimos años. Sé que la convocatoria sólo llegará si mi trabajo en el club está bien hecho. Una cosa no sucederá sin la otra.Versión completa de la entrevista con Wendel.
